miércoles, 5 de noviembre de 2008

El soneto de rigor

Tal vez haya un rigor para encontrarte

el corazón de rosa rigurosa

ya que hablando en rigor no es poca cosa

que tu rigor de rosa no te harte.


Rosa que estás aquí o en cualquier parte

con tu rigor de pétalos, qué sosa

es tu fórmula intacta, tan hermosa

que ya es de rigor desprestigiarte.


Así que abandonándote en tus ramos

o dejándote al borde del camino

aplicarte el rigor es lo mejor.


Y el rigor no permite que te hagamos

liras ni odas cual floreros, sino

apenas el soneto de rigor.

Hagamos un trato

Compañera

usted sabe

puede contar

conmigo

no hasta dos

o hasta diez

sino contar

conmigo


si alguna vez

advierte

que la miro a los ojos

y una veta de amor

reconoce en los míos

no alerte sus fusiles

ni piense qué delirio

a pesar de la veta

o tal vez porque existe

usted puede contar

conmigo


si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo

no piense qué flojera

igual puede contar

conmigo


pero hagamos un trato

yo quisiera contar

con usted


es tan lindo

saber que usted existe

uno se siente vivo

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos

aunque sea hasta cinco

no ya para que acuda

presurosa en mi auxilio

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo.

Pasatiempo

Cuando éramos niños

los viejos tenían como treinta

un charco era un océano

la muerte lisa y llana

no existía


luego cuando muchachos

los viejos eran gente de cuarenta

un estanque era océano

la muerte solamente

una palabra


ya cuando nos casamos

los ancianos estaban en cincuenta

un lago era un océano

la muerte era la muerte

de los otros


ahora veteranos

ya le dimos alcance a la verdad

el océano es por fin el océano

pero la muerte empieza a ser

la nuestra.